Me gusta el momento en que miro el calendario y está lleno de promesas.
No se trata de que los huecos estén llenos solo para que no estén vacíos. Si lo he hecho bien, el equilibro entre el tiempo disponible y las cosas por hacer surge en el horizonte como un arcoíris impoluto, galopado por un unicornio que deja una estela de purpurina.
Sí, nos movemos en el terreno de la fantasía, pero para que salgan las cosas hay que soñarlas primero.
En mi cabeza, un buen plan se ve como una buena despensa:
a la vista está lo solamente lo útil, todo bien categorizado (hmm, me estremezco del gustito).
con los utensilios adecuados conseguiremos unos resultados iguales o mejor de lo esperados: solo hará falta un poco de tiempo para que se cocine todo bien.
ya nos hemos remangado para revisar y filtrar lo que no nos va a servir, así que no queda nada caducado o que huela regular.
Me gusta ver la representación gráfica de lo que me creo capaz de hacer, imaginar qué persona seré cuando esté al otro lado de esos planes.
Me gusta mirarlo y creer, sinceramente, que esta vez sí lo conseguiré.
Y a ti, ¿qué te gusta?
Me encanta. Muy partidario de tener equilibrio entre cosas que hacer/planes y tiempo disponible. Cuando veo que las casillas del calendario están muy llenas empiezo a sentirme abrumado....😅 Por un año lleno de posibilidades!! 🫂