💛 Me gusta guardar el árbol de navidad
La magia existe porque no es cotidiana
Me gusta sentir que hemos sobrevivido a otras navidades. Lo que para otros es ocio, exceso deseado y disfrute, para nosotros es una de las temporadas más complicadas de todo el año. Pero hay que entrar en el juego, al menos, de momento.
Por eso, cuando por la tarde del día 6 de enero recogemos, echamos a reciclar todo el papel de regalo y podemos empezar a sacar más cosas de la nevera de las que vuelven a entrar, yo empiezo a tranquilizarme después de un mes de rutinas hechas añicos.
Aprovechamos este momento de espantada general –todos nos apuntamos a montarlo, pero apenas queda nadie para guardar– y hacemos la selección de quién estará en el árbol del año que viene. Hay chapucillas adorables, pero las desintegraciones mejor que se queden fuera de mi trastero.
Con más esfuerzo del que nos vemos capaces de emplear ahora, enrollamos pacientemente las luces. Será un regalo genial para dentro de once meses, en eso pienso.
Un día eres joven y al siguiente estás deseando poder limpiar en condiciones ese trozo de salón que lleva todos estos días impracticable.
Para mí significa también poder dejar de fingir una alegría que, en nuestro caso, está muy matizada por todo lo que supone sensorial y socialmente –cada año lo hacemos un poco mejor, más adaptado a nuestras necesidades, pero aun así–. Prefiero construirme, y decorarme si me apetece, una cotidianeidad más coherente con mis gustos y necesidades.
Hasta el año que viene, supongo.
P.D. De todas formas, para mí el árbol más bonito era este otro, con las luces sobre las naranjas, que nos han salido riquísimas este año además. Las naranjas también me gustan.
Cada martes cuento cosas que me gustan, en una nueva sección de mi Boletín Revuelto. No se trata de olvidarme de lo menos agradable, sino que pretendo conseguir un relato de mi vida algo más luminoso.
Otras cosas que me gustan:
Una entrada muy bonita ^^ Aquí alguien que ya ha recogido todo y estaba un poco destrozado de tanta celebración y visitas familiares. Entiendo mucho (o gran parte espero) lo que dices.
Ale, hasta el año que viene Navidad jeje